Palma Soriano.- Se considera un incendio forestal al fuego que se expande sin control sobre especies arbóreas, arbustivas, de matorral o herbáceas, siempre que no sean características del cultivo agrícola o fueren objeto del mismo, y que no tengan calificación de terrenos urbanos, dañando esta vegetación que no estaba destinada para la quema. Se trata de un peligroso flagelo, enemigo de la biodiversidad, y que puede causar otras afectaciones de impacto socioeconómico.
Estudios realizados por directivos del Cuerpo de Guardabosques confirman que la cantidad mayor de siniestros forestales los han provocado fumadores y transeúntes, con la actitud negligente de votar colillas de cigarros o fósforos encendidos en lugares donde se concentra principalmente maleza y otros materiales combustibles. Aunque pueden originarse también por causas naturales como las descargas eléctricas, cifras del año 2021, por ejemplo, aseguran que más del 90 porciento de estos incendios tuvieron lugar como consecuencia de la acción del hombre.
En reciente reunión del Consejo de Defensa Municipal en Palma Soriano se abordó la problemática de los incendios forestales, teniendo en cuenta que de febrero a mayo, con énfasis en los meses de marzo y abril, se considera el período de mayor peligrosidad para su ocurrencia. Se hizo un llamado a la prevención como la alternativa más eficaz, y a tomar las medidas necesarias en los diferentes Consejos Populares del territorio, sobre todo aquellos más proclives a que se produzcan estos siniestros.
Un incendio forestal de grandes proporciones constituye una verdadera catástrofe medioambiental con graves implicaciones socioeconómicas. Desde una adecuada gestión gubernamental, unida a la acción responsable y consciente de cada ciudadano, podemos evitar la ocurrencia de estos hechos tan lamentables.