Palma Soriano.- Al visitar la finca del campesino palmero Pascual Vázquez Ramos uno comprueba cuán agradecida es la tierra con aquel que la trabaja con esfuerzo y perseverancia. Aunque el camino no ha sido fácil, la constancia y dedicación de este productor a la labores agrícolas durante años, le permite hoy exhibir resultados satisfactorios. La convicción de que "la tierra lo da todo" le hace levantarse muy temprano en cada jornada, y ponerle manos y corazón a todas las tareas que realiza.
En su finca, ubicada en la zona de Gota Blanca, se produce una variedad de cultivos: yuca, calabaza, maíz, caña... Este palmero también se dedica a la producción de leche y carne vacuna, y muestra igualmente resultados positivos en la apicultura. "El campesino lo que tiene es que tirarse temprano y empezar a trabajar...", así afirma Pascual al filo del mediodía, luego de una intensa jornada matutina, y se le ve con el ímpetu y la frescura de quien comienza el día.
Aparte del apoyo de su familia, resalta: "Aquí hay un muchacho que trabaja conmigo, y tiene tremenda disposición. Yo le aconsejo a la juventud que cojan tierras para trabajarlas, porque la tierra lo da todo". Así mismo este campesino exhorta a que la nueva generación se apoye en el conocimiento y la experiencia de los más longevos, y que se nutran de esa fuente para salir adelante en las labores del campo. "Si aquí me traen un poco de muchachos yo con mucho gusto les enseño lo que sé", afirma Pascual.
Laboriosidad, perseverancia, y espíritu solidario, son virtudes que acompañan al productor palmero Pascual Vázquez Ramos en su quehacer cotidiano. A pesar de los obstáculos del pasado y el presente, mira hacia el mañana con optimismo, y para edificar ese futuro próspero y sostenible, brinda lo mejor de sí en cada jornada.