Palmeros dan la bienvenida al 2024 en la tradicional Fiesta de la Bandera

Palmeros dan la bienvenida al 2024 en la tradicional Fiesta de la Bandera

Palma Soriano.- Como ya es tradición, una multitud de palmeros fuimos protagonistas este 31 de diciembre de la Fiesta a la Bandera, ceremonia muy esperada donde se despide y recibe el nuevo año con el izaje de la enseña nacional.

Esta fiesta en torno a ella tuvo por escenario esta media noche, como es tradición al frente del hermoso edificio que ocupa el Palacio de Gobierno de Palma Soriano, ciudad que recientemente rememoró el 65 aniversario de su liberación por fuerzas del glorioso Ejército Rebelde. 

Allí desde temprano se alistaron las condiciones indispensables para que esta esperada ceremonia tuviera la lucidez esperada. Cientos de palmeros se dieron cita en los alrededores del parque Paquito Borrero Lavadi, antiguo parque Rosario, para disfrutar de ese momento cargado de emoción y misticismo en el que se considera que si la bandera ondea al compás del viento, el año será próspero, pero si no lo hace, o se enreda en el asta, serán meses muy difíciles.  

Unas dos horas antes de la media noche lo más representativo de la cultura palmera actúa para los presentes en ese céntrico espacio público engalanado para la ocasión. Los reunidos allí, conocidos o no, se funden en abrazos, en el minuto mismo en que de boca en boca van y viene los mejores deseos para el año nuevo: salud, paz, amor, prosperidad… que tengamos todos una Cuba mejor y más feliz.    

La Fiesta de la Bandera fue instaurada por el primer alcalde que tuvo la ciudad de Santiago de Cuba, Don Emilio Bacardí Moreau, y se celebra desde 1901. Esta fiesta tuvo su origen cuando el señor Ángel Moya conocido por los santiagueros como “Chichi”, que según apareció en el Diario Oriente, “…fue un cubano de temperamento exaltado, espíritu inquieto, muy preocupado por cuantos problemas reclamaran un esfuerzo cívico en bien de la comunidad.” Este hombre concibió la idea de regalar a la ciudad la primera bandera cubana que debía ondear oficialmente en el edificio municipal, una vez proclamada la república libre y soberana. En tiempos más reciente la ceremonia se hace acompañar de un espectáculo artístico.