Respetemos en las colas el trato priorizado a las personas con discapacidad

Respetemos en las colas el trato priorizado a las personas con discapacidad

Palma Soriano.- Las colas nos acompañan cada día. Forman parte de ese desafío cotidiano para acceder a los bienes y servicios que complementan nuestra existencia. Por eso es indispensable crear mecanismos de organización que eviten el desorden, el acaparamiento, y que de alguna manera permitan que cada individuo, después de una larga espera, no se vaya sin obtener lo que necesita. 

Pero las colas deben estar pensadas para cada integrante de la sociedad. ¿Se imagina que un individuo que no puede ver, le falte uno de sus miembros inferiores, o padezca cualquier otra limitación severa, tenga que enfrentarse a una cola sin ninguna clase de atención diferenciada? Por eso las personas con discapacidad tienen una asistencia priorizada, algo que no siempre es comprendido y respetado por todos los individuos e instituciones. 

En numerosas colas he visto la manera poco solidaria con que algunos tratan a las personas con discapacidad, e incluso, hay quienes usan palabras ofensivas y hasta la violencia si fuera necesario. No debemos olvidar que estos miembros de la sociedad tienen limitaciones, ya sean físicas o sensoriales, lo que les dificulta realizar las labores cotidianas. Por tal motivo, existen normas jurídicas que les amparan, de modo que si alguien viola estas disposiciones, está violando la ley. 

Por supuesto, dicha prioridad no debe ser usada jamás por ellos como medio de lucro, y si alguno lo hiciera, dada la complejidad de estos tiempos, debería también ser penalizado. Respetar el derecho mutuo, y evitar conductas desconsideradas en cualquiera de sus manifestaciones y vengan de donde vengan, nos permitirá vivir en armonía y enfrentar mejor las dificultades.